Nos quedamos en la suite Gumersinda y fue espectacular. La decoración moderna, la pared de piedra y todas las comodidades. Además, la atención del personal fue excelente, siempre dispuestos a ayudar. Cené en la taberna y me encantó todo lo que probé. Volvería definitivamente.

La atención en recepción fue muy buena y rápida.

La habitación era calurosa y la falta de aire acondicionado hizo que las noches fueran incómodas. Además, se escuchaba el bullicio en la calle a altas horas, lo que complicaba el descanso. Definitivamente no fue el viaje relajante que esperábamos.

La atención al cliente superó mis expectativas, especialmente gracias a Adri, quien siempre estaba dispuesto a ayudar. Sin embargo, el colchón y las almohadas podrían mejorar para garantizar un descanso completo.

La habitación era como un sueño elevado, con vistas a la Plaza de Fonseca que hacían que cada mañana se sintiera como un viaje al jardín del Edén. Además, el diseño moderno-clásico lograba un equilibrio perfecto, y la cama era tan cómoda que incluso un cubo de rubik sin resolver parece un rompecabezas sencillo.

Sin aire acondicionado

la vista desde el balcón en el desayuno era espectacular. la falta de aire acondicionado hizo las noches calurosas.

La ubicación de Montes es inmejorable, a solo unos pasos de la catedral y eso facilita moverse por el centro. La habitación que elegimos, una Deluxe Junior Suite, era amplia y con buena limpieza. La ducha en el baño era excepcional. sin embargo, la falta de aire acondicionado hizo que las noches fueran incómodas, ya que el calor se acumulaba y tuvimos que hacer uso de un pequeño ventilador que nos proporcionaron. Adicionalmente, la cama era cómoda, pero las almohadas podrían mejorar. La atención del personal fue destacable, siempre dispuestos a ayudar, aunque al momento de hacer el check-out, notamos que nos cobraron por un desayuno que no pudimos disfrutar porque a las 9 de la mañana ya no quedaba nada. En resumen, me gustó la habitación y la atención, pero es necesario mejorar la reposición de alimentos y añadir aire acondicionado para una mejor experiencia.

La habitación tenía un pequeño balcón con vistas a la Plaza de Fonseca y una decoración cuidada. La conexión WiFi era gratuita y funcionaba muy bien, lo que facilitó compartir nuestras experiencias en tiempo real. Las camas eran cómodas, lo que ayudó a recuperar energías después de largos paseos por la ciudad.

La falta de aire acondicionado hizo que las noches fueran calurosas.

Una experiencia muy satisfactoria

La ubicación es inmejorable, a solo minutos de la catedral. La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar. Aunque el baño presentó un ligero olor, la amabilidad del personal y la comodidad de la habitación compensaron esto. Un gran lugar para explorar Santiago.

La ubicación es excelente, a pocos pasos de la catedral. La habitación era adecuada, aunque calurosa y sin aire acondicionado, lo que hizo que las noches fueran incómodas. El desayuno fue limitado en variedad, pero el personal fue amable y la limpieza estuvo bien.

Ubicación inmejorable, a dos minutos de la catedral.

encantadora estancia con un par de detalles a mejorar

La suite que elegimos era amplia y agradable, el baño tenía una ducha excepcional. El personal en el bar del desayuno se destacó por su amabilidad, siempre atentos incluso cuando la sala estaba llena.

Sin embargo, noté que no había instalaciones para preparar café o té en la habitación.

Los huevos, ¡qué delicia! Me sorprendió la variedad de restos a pasos del hotel, como el Restaurante Central a solo 0.1 km. La atención en recepción fue perfecta, ¡me ayudaron a encontrar los mejores sitios donde tapear y cenar! Además, la habitación que me dieron mostró un detalle maravilloso con una superb vista a la plaza.

La única pega que encontré fue que no había instalaciones para preparar café o té en la habitación, aunque el mini bar era muy asequible. La verdad, el único espejo estaba en el baño un poco oscuro. A veces se escuchaba un poco de ruido, pero no afectó nuestro descanso.

Ideal para una escapada romántica

La ducha en el baño era excepcional, te deja sintiendo fresco y renovado al final del día. Además, la habitación tenía un pequeño balcón con vistas que hacían cada mañana un espectáculo.

No fue barato, pero aceptable.

Ubicación genial, trato excepcional de recepción, y la habitación tiene vistas a la catedral. Sentí que el encanto de este lugar era como un abrazo cálido después del frío camino.

El desayuno fue tan emocionante como ver pintura seca.